Reflexiones que surgen cuando uno está triste

(Réquiem para dos amigos)

«Tres amigos siempre fuimos en aquella juventud, era el trío más mentado que pudo haber caminado por esas calles del sur.«

Tango

One Drive tiene la cruel costumbre de recordarme un viaje que realice hace seis años. Fotos de palmeras y una playa que no resultó todo lo paradisíaco que prometía.

Para esa época poco sabía de la vida de Jorgito y Mingo, mis compañeros de secundaria. Jorge mi compañero de banco y el gordo Mingo atrás en el último asiento, en el ángulo del aula . Porque se sabe que en el último banco y contra la pared, es más fácil copiarse en la pruebas escritas, o jugar al truco si ser descubiertos.

Hasta que me mudé a Trenque Lauquen, siempre salíamos los tres, a dar vueltas sin rumbo desde Garín hasta Dique Lujan, tramando doscientos planes «casuales» para hacerle gancho a Mingo con su amor imposible. Algunos sábados salíamos a recorrer la noche porteña, para pelear el resto de la semana y echarnos culpas recíprocas por la película pedorra que habíamos elegido.

Harto de esperar a que su Penélope volviera recíprocos sus sentimientos amorosos, el gordo se puso de novio y casi que le perdimos el rastro. Como era vecino de Jorgito, supimos que se casó.

Jorge iba casi todos los fines de semana a casa, o yo iba a la de él, en nuestro caso tampoco encontrábamos Dulcineas del Toboso que correspondieran a nuestros requiebros amorosos.

Aunque como dije antes me mudé a 500 km al oeste, nos seguimos viendo en cada oportunidad que viajaba a Buenos Aires. Pero esos viajes cada vez se hicieron más espaciados y como había pasado mucho tiempo nos empezamos a comunicar por redes sociales.

Como no lo saben, Jorge era muy fanático de Boca y yo soy simpatizante del club de la contra River Plate. Y como en materia política éramos totalmente contrarios, siempre emitíamos nuestras opiniones de una manera respetuosa y jamás tuvimos una discusión, ni por el fútbol ni por la política y casi siempre terminábamos hablando de mujeres.

Poco tiempo después a una de las «chicas» se le ocurrió hacer un grupo de whatsapp con los compañeros de secundaria. Debo reconocer que fue una gran idea porque me mudé hace muchos años y era una buena manera de saber sobre la vida de ellos.

Aunque bastaron un par de comentarios políticos, o chistes subidos de tono para que el grupo quede reducido a unos pocos integrantes. Así mismo nos reunimos un par de veces en algunos de mis viajes a Buenos Aires.

Jorge fue uno de los primeros heridos de guerra en la batalla del whatsapp y lo único que quedaron fueron los saludos de cumpleaños. Luego que mi padre tuviese la terrible idea de fallecer un primero de enero, también se cortaron los saludos navideños y de fin de año.

De Mingo todo lo que sabíamos es que estaba complicado de salud y luego perdió el trabajo. Hasta el 31 de diciembre de 2020 recibo un whatsapp de Jorgito «La peor noticia» un posteo de Facebook de un familiar de Mingo anunciando que había fallecido.

Como una burla del destino habían muerto casi el mismo día los dos Mingo (mi papá también se llamaba Domingo)

Por supuesto cruzamos mensajes con Jorgito, me contó que a pesar de las restricciones por el COVID pudo ir al (breve) velatorio y saludar a las hermanas.

Hace unos días en el reducido grupo de whatsapp dejan un mensaje de audio, Jorge positivo de COVID internado. En principio no parecía nada, pero se complicó con un ACV y el 20 de abril nos dejó.

Teniendo en cuenta que entre que se fue el gordo y Jorgito pasaron 110 días, no sería raro que dentro de 110 días me vengan a buscar. Volver a caminar por el Buenos Aires de los años ochenta, de las pizzería y de los teatros de revistas. Eso si, esta vuelta, si vamos al cine, la pelicula la elijo yo.

PD: Esto lo escribí al otro día que me enteré de lo Jorge. A los tropezones y llorando mucho. No pude volver a escribir hasta hoy. Por esas cosas del destino o quien sabe que, del grupo de whatsapp me mandaron fotos de la reunión en la que estuve. Casi un mes después me decido a publicarlo

Con lágrimas en los ojos les envío mi humilde homenaje a mis dos amigos….en algún lugar del cielo

Jorgito
Con Jorgito (tratando de destapar la cerveza)
Con Mingo (la última vez que lo vi)

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