Un haz de luz me guía por los renglones del texto mientras atravesamos el vacío de la noche a gran velocidad. Mi portugués no es muy bueno pero el libro se deja entender sin mayores dificultades y perdí la noción del viaje que va por su tercer hora. Lentamente la oscuridad de la ventanilla se va cubriendo de pequeñas luces que me distraen.
Abandono el libro por una sucesión de diapositivas mentales, un álbum de imágenes al azar de los lugares que recorrí ocupan todos mis pensamientos. Y con cada postal me acompaña la impresión de caminar descalzo por la playa, las caricias del mar mojándome los pies. Esa sensación me sube por las piernas y me llega a los hombros. Y en ese estado de plenitud me entrego a contemplar las luces, esas luces que ahora dibujan el tapiz de cuadros perfectos que forma el alumbrado de la calle miles de metros más abajo. Las turbinas apenas se escuchan tengo la sensación de flotar.
Como cuando apago el despertador, me quedo remoloneando y disfrutando de los últimos momentos del viaje. En pocos minutos luego del aterrizaje, vendrán los trámites de migraciones y el taxi que va a recorrer el largo acceso que une la ciudad con el aeropuerto.
Y de vuelta a casa y de vuelta al trabajo, y porque no a proyectar un próximo viaje.
Hay que proyectarlo, es bonito ese paisaje de las luces que poco a poco nos acercan con la realidad. Feliz noche.
Algunos recuerdos que me dan felicidad. Me alegro que te haya gustado.
Gracias por el comentario.
Buenas noches.
Sabes, este relato mi remontó a mi niñez, cuando viajaba en bus a Santiago y en la noche me sentía inmersa en la infinidad de luces que adornaban el paisaje, imaginaba la vida dentro de aquellas casas y yo anhelaba estar en mi camita descansando para soñar.
Gracias por llevarme en este viaje a mi pasado, Alejandro.
Me encantó.
Un abrazo.
A mi también me sucede de imaginar que está pasando en ese momento dentro de esas «luces». Si están cenando, o mirando televisión en familia, o alguien está solo leyendo un libro.
Ahora el viaje es de regreso al presente. Gracias por tu comentario.
Un abrazo grande.