Hace poco leí algo sobre los celos y tuve intenciones de escribir algo pero no sabía bien que enfoque darle. En principio no es un tema para tomar a la ligera, me llaman la atención casos dramáticos como el de Antonietta Portolano la esposa de Luigi Pirandello quien a raíz de sus celos enfermizos, fue internada en una clínica psiquiátrica por el resto de su vida.
No sé si se puede encuadrar como celos los que sintió Salieri por Mozart, o si existen celos entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, sería un tema más cercano a la rivalidad. Por lo tanto preferí darle un toque menos solemne y para no meterme en líos hablaré solamente de los celos en los hombres porque:
«El hombre es celoso si ama, la mujer también, aunque no ame.» Immanuel Kant
Entonces niñas, ante la duda se la agarran con Kant porque la frase no es mía.
Para ahondar en el tema de los celos masculinos recurro a mi guía espiritual el famosísimo pensador Alex Walls quien en su no menos famoso tratado sobre los celos, basados en la tortuosa relación con su amada Segismunda escribía lo siguiente:
Tratado sobre los celos:
Sus distintos grados de acuerdo a la escala Mercali de los celos:
«En una primer etapa que podríamos llamar de enamoramiento es muy difícil que los celos no se apoderen de uno. Oh mi dulce Segismunda, estoy celoso del sol que se posa en tus mejillas de la brisa que acaricia tu cabello, y del suelo que sostienen tus pasos de gacela……ejem ejem….perdón me dejé llevar por un arrebol de romanticismo..»
«Digamos que pasada esa etapa, se aceptarían distintos grados de celos porque como dijo un filósofo:
-
«La dosis hace al veneno» Paracelso
Ahora no va a faltar quien diga que Paracelso era médico y no era filósofo.»
1: Grado bajo de celos.
«Supongamos por un momento que mi bella Segismunda estuviera o estuviese enamorada de Brad Pitt. No sé si lo ubican pero se trata de un joven actor, alto, rubio, elegante y con muchísimo dinero. Si bien me encuentro en las antípodas de Brad Pitt tanto en el aspecto físico como en el financiero, la posibilidad que el bueno de Brad Pitt se cruce en la plaza del barrio con mi amada Segismunda es nulo, Por lo tanto en este caso se aplicaría un nivel de celos bajo.»
2: Grado medio de celos.
«Tomemos el ejemplo del punto uno pero esta vez el objeto de admiración de mi amada Segismunda sea un artista o un cantante al cual puede ir a verlo al teatro, es más, hasta podría arrojarle durante un recital algún objeto íntimo como una cartita, un pañuelo o su ropa interior (que descaro) Esto ya es más grave y constituye un grado de celos medio.»
3: Grado de celos alto a infinito.
«En este punto, vamos a suponer que mi bella Segismunda tiene algún grado de simpatía con el carnicero del barrio y ahora que me doy cuenta va a la carnicería dos veces por día y con ese degenerado se queda conversando quien sabe de que cosas.»
Como reaccionar ante cada situación:
«En el caso de Brad Pitt, dejarla que siga suspirando ante los 2000 posters que pegó por toda la casa. En el caso del cantante lo más aconsejable sería acompañarla al teatro, y en caso que fuese sola comprobar que vuelva del teatro que toda la lencería puesta. Y con respecto al carnicero, ¡YA ME VA A ESCUCHAR CUANDO VUELVA DE LA CARNICERÍA!»
- Porque una cosa es BRAD PITT y otra muy distinta el carnicero.
Así concluye su ensayo Alex Walls. En una biografía no autorizada dicen que se entregó a la bebida y al pase inglés cuando Segismunda finalmente se escapó con el carnicero.
Un poquito nada más, no es tan malo ¿no?
Me ha gustado la forma en que abordas los celos, Alejandro. Me has hecho reír.
Un abrazo
Esa era la idea, reír es el mejor remedio contra todos los males.
Un abrazo grande.
Estuvo buenísimo. ahorrare palabras. Me gusto.