Las calles son el silencio nocturno,
obviado, desprotegido.
Tu rostro despierta en mi sueños,
solos tristes, anhelantes
desprotegidos…
Mis luces hacen de ti
la oscuridad más infame,
y de mí, tu contorno más aromático,
tu piel, tus labios, tu sexo…
Busco en las noches, camino
sin rumbo, sin destino fijo;
espero que vuelvan nuestros
días, cortos, suficientes…
La noche hace estruendos
del silencio con las palabras
no dichas, ni escritas
en el espacio sideral.
El grito de una luna
que mengua agonizante
pinta con su lienzo,
el fin de la espera…
adiós