Muchos años atrás, había en mi casa una colección de libros de Editorial Losada. Entre esos libros uno llevaba por título TANGO o EL TANGO, de un autor llamado Ernesto Sábato (casi nada).
En un par de capítulos hablaba del origen del tango. De la vida de Gardel, y del accidente que terminó con su vida en Medellín. En otro parte del libro encontré un verso que a fuerza de leerlo lo aprendí de memoria y que voy a poner a continuación para compartir con todos uds. Supongo, o quiero suponer que se denomina Prosas Profanas, lo que nunca pude saber es el autor del mismo.
En una mudanza el libro de Sábato se rompió, y en el último cambio de casa, desapareció directamente de mis objetos más preciados. Así también el secreto autor del verso.
Ella era una hermosa nami del arroyo,
él era un troesma pa’ usar la ganzúa.
por eso es que cuando de afanar volvía
ella en la catrera, contenta de reía
contenta de echarse dorima tan púa.
De noche él robaba hasta la alborada
de día dormían los dos abrazados
hasta que la yuta que lo requería
lo alzó de su saca, y ella se reía
mientras a Devoto iba el desgraciado.
Tras la negra reja de la celda el orre
a su compañera llorando batía.
-¡Por vos me hice chorro, quereme paloma!
Pero indiferente al dolor del choma,
alzando los hombros, ella se reía.
Pasaron los meses, vino la sentencia.
Pa’ Tierra del Fuego al punga embarcaban
a las seis en punto de una tarde fría.
A las siete ella, se afiló a otro rufa,
a las ocho andaba con el de garufa.
Y a las nueve en curda….ella se reía.
Nota: lo que está en negrita, son palabras en lunfardo.
Espero que lo disfruten……como yo. Estas cosas son mas fuertes que mi voluntad.